El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su
lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien;
busque la paz, y sígala. 1 Pedro 3:10-11
Muchas personas se imaginan que quienes obedecen al Señor
tienen una vida aburrida. Los que razonan así muestran que no conocen el gozo
cristiano, pero sobre todo que no conocen a Aquel a quien estamos invitados a
someternos por amor.