viernes, 26 de septiembre de 2014

Hoy iré a tu casa

 Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Lucas 19:5-6

Cuando Jesús pasaba por la ciudad de Jericó, Zaqueo, un rico recaudador de impuestos, trató de verle, pero como era muy pequeño de estatura, no lo consiguió. Entonces corrió y se subió a un árbol. Cuando Jesús llegó a ese lugar, levantó la vista y le dijo: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” (Lucas 19:5-6).
Zaqueo era generoso y siempre estaba dispuesto a reparar sus errores respecto a los demás, pero nada de esto podía salvarlo.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Escondido debajo de la cama


 



(Dios dijo:) Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que… será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11
¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra? Jeremías 23:29

Cierta noche, en Brasil, un ladrón entró sigilosamente en una casa. De repente escuchó un ruido y se escondió debajo de una cama. Sintió mucho miedo porque todos los miembros de la familia se reunieron en la habitación donde él se había escondido.

El padre de familia se sentó precisamente en esa cama, tomó un libro y leyó en voz alta.