Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
Un famoso médico y profesor universitario estuvo muy turbado durante varios años por lo que había aprendido sobre la Biblia en su infancia, e igualmente por todas las críticas que había escuchado al respecto. Un día decidió leerla, y después de su lectura declaró públicamente:
«Ahora creo que es la Palabra inspirada por Dios. La Biblia me reveló, como ningún otro libro en el mundo, un diagnóstico muy claro de mi condición espiritual. Por naturaleza estoy perdido en mi pecado y alejado de Dios.
Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios, sin padre humano, sino concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de María cuando aún era virgen.
Creo que todos los hombres son pecadores por naturaleza, que todos están alejados de Dios y que nadie puede salvarse por sí mismo.
Creo que el Hijo de Dios vino a la tierra y que, al ser derramada su sangre en la cruz, pagó el rescate por nuestros pecados.
Creo que el que recibe a Jesucristo como su Salvador nace espiritualmente de nuevo para vivir eternamente.
Ya no estoy en la incertidumbre, y por la fe poseo la convicción de haber encontrado la verdad, sobre la cual no tengo la más mínima duda.
Leer la Palabra de Dios cada día como un alimento espiritual nos ayudará a corregir nuestras malas inclinaciones, a purificar nuestros afectos, pues nos da un creciente conocimiento de Dios y de su justicia».
FUENTE:© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
FUENTE:© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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