¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y para que se justifique el nacido de mujer? Job 15:14
El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo. Gálatas 2:16
El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo. Gálatas 2:16
Los justos
Una
ley de julio de 2000 oficializó el término «Justes» (justos) en la
legislación francesa, e hizo del 16 de julio el día nacional de la
memoria. Esos justos ayudaron a los judíos que corrían el riesgo de ser
llevados a los campos de concentración. Eran conscientes de que actuando
así ponían en peligro su vida, su seguridad y libertad personal, y esto
sin buscar ninguna recompensa.
Dicho título confiere a esos justos un honor merecido por parte de los hombres, pero recuerda la pregunta de la Biblia: “¿Cómo se justificará el hombre con Dios?” (Job 9:2).
Después de milenios de la existencia del hombre en la tierra, Dios declaró: “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10).
Pero en su gracia dio al hombre
un recurso a través del cual puede ser justificado gratuitamente ante
Él, sin que con esto tenga que renunciar a su carácter de santidad y
justicia. Este medio es la fe en Jesucristo. El Señor Jesús tomó nuestro
lugar en la cruz, sufriendo la condenación que nosotros merecíamos.
“Fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación” (Romanos 4:25).
El que cree en Jesús y en su sacrificio
expiatorio es declarado justo ante Dios. ¿Qué ventaja tiene ser justo?
El gozo y la tranquilidad de no temer ninguna condenación.
“Dios es el
que justifica. ¿Quién es el que condenará?” (Romanos 8:33-34).
Pronto
“los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre” (Mateo 13:43).
¿Forma usted parte de ellos?
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