"Recordemos las palabras de San Francisco de Asís: 'Que Dios me conceda serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, valentía para cambiar lo que sí puedo y sabiduría para ver la diferencia"
Las crisis
pueden ser nuestras aliadas aunque nos hagan sufrir, porque siempre representan
la oportunidad de tomar conciencia de la vida que llevamos y de reflexionar
acerca de los cambios que pudiéramos hacer para mejorarla.