¡Ser hombres!
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños
en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1 Corintios 14:20
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 1 Corintios16:13
«¡Sea hombre!», dicen a veces los adultos a un adolescente, es decir, haga
como nosotros, siga nuestras pisadas. ¡Déjese llevar por las mismas tendencias!
Malamente dicen: ¡Si uno no bebe alcohol, no es un hombre, si no tiene libertad
sexual, no es un hombre!
Y, para mostrarse hombre, uno hace callar la
conciencia, sus propias convicciones, si las tiene, y se deja llevar por sus
impulsos… así pierde su alma e influencia a otras personas a seguir la misma
dirección. ¡Ah, esos hombres «valientes», incapaces de resistir ante una
sonrisa burlona! ¡Esos hombres «fuertes», que ceden ante cualquier tentación!
¡Esos hombres «libres», esclavos de sus intereses, de sus pasiones, de la
opinión de los demás!
En cambio, la Palabra de Dios nos dice algo totalmente diferente: “Portaos
varonilmente” (1 Corintios 16:13),